Estaba aún oscuro cuando desperté agitado por el ruido de las sirenas. Cuando me asomé por la ventana no pude ver nada que pudiera darme algún indicio de lo que sucedía, sólo pude ver las patrullas que estaban estacionadas por toda la vecindad. Me sorprendí de que hubiera tantas. Desde hacía largo tiempo no veíamos cosas como ésta pues, el crimen había sido erradicado completamente. Hacía varios períodos que el estado de Armonización se había instaurado y funcionaba.
Decidí salir para ver si podía descubrir cuál era el origen de tanto alboroto. Cuando estuve fuera inmediatamente supe que algo grave estaba sucediendo. Uno de los oficiales que estaban reunidos allí se acercó para hablarme.
-‘Le pido por favor que vuelva a su residencia hasta nuevo aviso’, me dijo.
-‘¿Pero cuál es el inconveniente oficial?’, pregunté
-‘Estamos asegurándonos de que el área esté protegida, eso es todo’.
-‘¿Protegida?, ¿Protegida contra qué?’. La expresión del oficial me hizo sospechar más aún, que algo fuera de lo común estaba sucediendo.
-‘Le solicito nuevamente que ingrese en su residencia hasta que sea informado de que el área es segura.’, me dijo en un tono que, más que solemne, parecía temeroso. ‘Por el momento no puedo decirle nada más.’, y se quedó allí viéndome para cerciorarse de que entrara.
Cuando por fin entré lo primero que hice fue ver si en el noticiario decían algo acerca de lo que pasaba, pero no mencionaban nada relacionado con ello. Por el momento no quedaba más que esperar. Me recosté en el sofá y puse uno de esos programas de entretenimientos que si bien están pasados de moda no dejan de divertirme. Sin novedades y con el cansancio que sentía por no haber dormido lo suficiente, me quedé dormido.
Al despertar vi que la luz de la reproductora multimedia parpadeaba. Mi vecino me había enviado un vídeo-comunicado con carácter de urgente. Al activarlo reprodujo un alarmante mensaje que decía lo siguiente:
"Estoy partiendo para ver a mis hijos, pues las autoridades les han informado que deben evacuar la zona de inmediato. Lo que ellos me han contado me hizo sentir terror, pues si bien sabíamos que esto podía suceder, no creí que fuera a ser tan pronto. Ahora es inminente. A continuación se reproducirá el mensaje original."
Lo que el mensaje informaba era escalofriante. Las Fuerzas Oficiales y las de Defensa ponían en conocimiento de todos los habitantes del planeta que, naves de tipo alienígena estaban acercándose a extrema velocidad a nuestra galaxia. No pudiendo establecer contacto con ellas, y temiendo lo peor, las Fuerzas de Defensa ordenaron la pronta evacuación de la población mundial hacia las estaciones espaciales más cercanas.
Lo primero que pensé fue que aunque en estos últimos años habíamos alcanzado una producción de estaciones espaciales y naves mayor a la esperada, aun así la cantidad no sería suficiente para cubrir la demanda de semejante éxodo. Siendo esta información de público conocimiento, el caos entre los habitantes era inevitable. El futuro de nuestra civilización era incierto. Para los más jóvenes sería más fácil conseguir un lugar entre aquellos afortunados que viajarían a las estaciones espaciales, pues son siempre los más requeridos para las todas actividades. Pero aquellos que ya hemos pasado a la última etapa, no lograríamos escapar del planeta, tendríamos que quedarnos y luchar.
Tanta desesperación se basaba en que cualquier especie que viniera de otra galaxia vendría con fines de destrucción. Esta información procedía de fuentes tan antiguas como el planeta mismo, ya que sus fundadores provenían de otro que alguna vez estuviera en nuestra misma galaxia y que había sido destruido por una civilización desconocida. Ignorando completamente que aquello podía ocurrir y creyéndose solos en el espacio estelar, los habitantes de aquel planeta no tuvieron tiempo de lograr una evacuación universal exitosa y sólo unos cuantos pudieron escapar a éste, nuestro planeta.
A medida que las horas iban pasando el terror se hacía sentir entre los ciudadanos. Se podía ver a familias enteras dejando sus hogares para marcharse sin destino fijo, intentando huir del peligro. Las estampidas eran violentas y parecían llevar mares de individuos hacia las terminales espaciales.
Me refugié en mi vivienda intentando no entrar en desesperación pues sabía que de todas maneras eso no me serviría de nada, así que decidí ponerme en campaña para el contraataque. Subí hasta un compartimiento en lo alto de mi vivienda y escuché ruidos extraños en la parte delantera, me apresuré a buscar un arma que guardaba como reliquia y permanecí oculto tras unos aparatos viejos. Desactivé la iluminación y esperé. Seguí escuchando atentamente pero no lograba oír nada. Luego escuché un sonido que se hacía cada vez más fuerte, era intermitente, algo así como golpes en el piso. Me deslicé un poco más y luego varias cosas sucedieron al mismo tiempo.
El ruido cesó, la iluminación fue reactivada, y una sombra se proyectó sobre mí. Una criatura que me doblaba en altura me miraba fijamente. Tenía dos extremidades apoyadas en el suelo y otras dos que le colgaban al costado del cuerpo, la piel que lo cubría era extremadamente blanca y la cabeza redonda de mayor tamaño que las nuestras brillaba de forma inusual. Finalmente la criatura emitió un sonido y luego supe que de alguna forma había conseguido aprender nuestro lenguaje, pues el sonido se detuvo por un momento y luego continuó diferente. Era una especie de traducción pues pude comprender el mensaje. La criatura prolongó una de las extremidades hacia mí y volvió a repetir la misiva:
- ‘No tema. Venimos en paz. Somos de un planeta llamado Tierra’.

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