"¡A vos te parece que nos haga quedar así de mal, vamos a parecer unas tontas! En fin, pero él es el autor y nosotras solo podemos hacer lo que sus palabras dicen".
Y así el capítulo comienza diciendo:
Quedaron en verse a la tarde en el Shopping para comprar el regalo de cumpleaños para el agasajado protagonista de la fiesta sorpresa. Marta sabía que el encuentro era a las 5 de la tarde, por eso a las 4 ya estaba lista. Lo que la sorprendió sin embargo, fue que cuando estaba por salir se encontró con que no recordaba a dónde tenía que ir. ¡Insólito!
Al mismo tiempo, Lidia había estado fijándose cómo llegar al Shopping y una vez decidido que iría en subte y donde tenía que bajarse, se percató de que no podía recordar a qué hora habían quedado. ¿Cómo era posible?
Sin saberlo, ambas resolvieron contactar a la otra y toman el móvil para mandarse un WhatsApp. Cada una recibe el mensaje al instante.
- “¡Menos mal que me escribiste Lidia. No me puedo acordar a dónde nos veíamos!”
- “Eso te lo puedo decir Marta, en el Shopping Abasto quedamos. Ahora, lo que no sé, es a qué hora. ¿No te habré dejado plantada no?
Y una vez que aclararon las cosas y se pusieron de acuerdo, se vieron en el lugar.
- “Hola. ¡Qué confusión! Nunca me había pasado algo así.”
- “A mí tampoco. ¡Qué barbaridad! Te digo que un poco me asusta.”
- “Bueno, dale, no te preocupes por demás. Un olvido lo tiene cualquiera.”
Y así las dos amigas recorrieron el Shopping en busca del regalo más adecuado... Un libro, un vino, ropa, etc.
Cuando por fin se decidieron, la chica del local les envuelve el obsequio y les pregunta si quieren agregar una dedicatoria en la tarjeta. Marta y Lidia deciden que es una buena idea y aceptan.
Cuando se disponen a escribir el saludo se miran y dicen al unísono:
- “¿De quién era el cumpleaños?”…
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