Llegas con el crepúsculo, vas de la mano de las danzantes estrellas
Yo, mansamente me voy retirando para ocultarme tras el vasto horizonte
Tú en un soplo, gloriosa y deslumbrante, te apoderas del oscuro firmamento
Quisiera que mis rayos te tocasen algún día dándote mi completa devoción
Tu impoluta piel de plata dulcemente despide sus fantasmagóricos destellos
Al tiempo que mi alma se aleja y se hunde tras colinas, mares y bosques
¿Qué será de nosotros, eternos viajantes enamorados?
Tú, desvelada dama perlada y yo, caballero de brillante armadura
Si la ausencia de uno en el otro es lo que hace al día y la noche
Mientras signas el andar de las mareas y guías erráticos navegantes
Yo hago brotar los campos, crecer las flores y también los Hombres
Viviendo una magia que siempre nos mantendrá separados
Y aunque a veces te escondas y parezca que has abandonado el cielo
Sé que volverás una y otra vez, para bañarte tímidamente en mi luz
Sometiendo a la Tierra pujante a tu prodigioso embrujo nocturno
Anhelando el momento en que yaceremos juntos en un añorado eclipse

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