Óleo de una Mujer - POESÍA

 

La vio en la calle fugazmente, pasó a su lado y se esfumó. 
De inmediato su imagen se grabó en sus retinas. 
Su largo cabello moreno se movía con la suave brisa 
Esa, primaveral, que corre entre las copas de los árboles. 
Un aroma cítrico y floral invadió sus fosas nasales. 
La recordaría así, fugaz, etérea, perfumada, escurridiza. 
Su figura se contoneaba sutilmente, liviana, 
dando largos pasos que lo alejaban de él. 
Imaginó su voz, el color de sus ojos, su sonrisa. 
La había visto de espaldas, pero un detalle lo cautivó. 
Su silueta entallada, una cintura pequeña 
que descollaba en las dimensiones de sus curvas. 
La absorbió intentando no perderla, no olvidarla. 
En su atelier volcó su recuerdo y la plasmó en el lienzo. 
La oscura cabellera recogida sobre la nívea espalda. 
Los densos óleos la vistieron y él plagió su cintura. 
Más tarde, al caer la noche, soñó con ella, 
sin imaginar que al día siguiente se volverían a encontrar.

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