Durante la Noche - MICRORRELATO



El sol se oculta y llega la noche estrellada.
Para algunos encierra una magia inigualable… 
Secreto, misterio, pasión.
Otros parecen enredarse en una maraña de pensamientos incesantes
que oscurecen el ánimo tanto como la noche ennegrece el cielo
mientras papeles nómadas vuelan rasantes sobre el suelo.

Culpas, pendientes, tristezas y miedos
que surgen de nuestro ser más profundo,
vienen a inquietar las horas donde el sueño debería acariciarnos.
Entonces añoramos los rayos de sol que entibian el cuerpo y alma
y anhelamos que una mano nos acune y que una voz que nos arrulle
diciéndonos que todo va a estar bien.

El frío de esos temores y sinrazones se escapa en un suspiro
que imita lo helado del sereno y se cuela en la habitación tiritando.
El viento mece las hojas de los árboles tratando de aquietar nuestra mente,
recordándonos que detrás de las nubes se esconde el cielo azul,
y que las estrellas alumbran siempre el camino.

Se dejan entonces de lado las tinieblas y los ruidos rotos de la noche.
Los crujidos se transforman en música rústica que, de alguna manera,
se amolda a nuestras ilusiones y a nuestros latidos.

De pronto todo es calma. La respiración se acompasa,
los ojos se acostumbran a la penumbra, los sueños apacibles
se van esbozando en nuestra vigilia y nos cubre la paz.

Nos amigamos con la noche y la incertidumbre se convierte en certeza,
el miedo en sosiego y la sombra en luz,
entonces podemos, al fin, encontrarnos con nosotros mismos.
 

 

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