
Pequeños retazos de terciopelo acariciaron el interior de mi boca.
Dulce alegría al humedecer la punta de mi lengua; felicidad plena...
Misterio al recorrer la oscura cavidad, deslizándose por el paladar.
Una pizca de acidez a los lados; notas saladas totalmente ausentes...
Llegando al fondo con un amargor perfectamente complementario,
esta mousse de chocolate logró despertar al unísono todos mis sentidos.
En contraste, mis ojos se entornaron plácidamente para saborearlo mejor.
Estupenda descrpcion de sabores
ResponderEliminarFelicitaciones
Gracias!!!
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