Orígenes - POESÍA


Me creí tan diferente, tan contrastante de aquellos que me dieran la vida, 
sin embargo, sus gestos son mis gestos cuando 
una expresión me sorprende ante los hechos. 

Y en algunos días, después de trabajar, revivo los bostezos de mi madre que, 
cansada, cabeceaba sentada a la mesa después de cenar. 
Es su mano la que ahora anhelo me acaricie suavemente diciéndome
'descansa mi amor que yo te cuido'. 

Y, sin pensarlo, su pluma me hizo cosquillas y sacudió dentro de mí 
las palabras que, polvorientas, yacían bajo una llave invisible,
y ahora, habitan en páginas viajeras embebidas en vírgenes papeles blancos.

El amor de sus ojos lo llevo en los míos y, con ellos, acuno a mis seres queridos
como ella lo ha hecho toda su vida. Si la miras profundamente, 
caerás presa de su embrujo pero verás que ella también está pidiendo amor.

Mientras el ingenio de mi padre me hormiguea en las manos y en la mente, 
ayudándome a resolver algunas cosas una veces y otras, nubla un poco mis pasos,
haciendo que el camino no se divise tan fácilmente, pero se sigue adelante. 

Pero al fin, mis días y mis horas son mías, con una esencia entremezclada de sus almas. 
Me quedo con el amor que en ellos fluye y la lucha aguerrida de la vida que,
ambos, siguen esculpiendo y tallando con cada latido, 
más allá de sus hijos y de sus sueños dormidos que anhelan despertar.

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