Sinsentido
Primero un cachetazo. Ella no entendió. No le parecía que fuera para tanto. 'Seguro fue mi culpa', pensó. Pasaron días y llegó otro cachetazo; brotó un hilo de sangre. Ella sintió tristeza y confusión. ‘Lo amo y él me ama, todo va a estar bien’. Gritos, golpes, moretones... Y un día, un crujido atroz. Sonaron las sirenas y giraron enceguecedoras las luces de la ambulancia y las patrullas. Nunca nadie entendió, ella menos que nadie.
Desafío
Quedamos en juntarnos por Zoom para una clase exprés. Nos conectamos. Los labios de Clarita se movían pero yo no escuchaba nada. Le digo: 'Clarita, tenés que abrir el micrófono'. Se acerca a la cámara y levanta un dedo. De pronto oigo una sarta de insultos que no son para mí, a Clarita ya no la veo. El estrépito de nuestra carcajada sacude los fundamentos de la tecnología.
Presencia
Cerré la canilla y salí de la ducha. El abrigo de la bata me confortó de inmediato. Me acerqué al espejo; el vapor lo había empañado 'casi' por completo. En una esquina, sin embargo, estaba su saludo de siempre, a pesar de que se había marchado hacía muchos años.



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