Mucho Más que Cuatro Paredes - MICRORRELATO


Un pie delante del otro, parece fácil. Sin embargo, ¿Cuántos pasos damos sin darnos cuenta y cuántos otros nos cuesta dar, temiendo, dudando, pensando demasiado…? Es así que recorro mi casa, entrando en cada recinto.

El silencio acogedor del cuarto donde las sábanas parecen envolver momentos de sosiego, de pasión o alegría. Diversas historias, salidas de la pantalla o el papel, a veces me acompañan.

El baño me brinda la posibilidad de verme purificada, libre de problemas, agobios y presiones autoimpuestas cuando la deliciosa lluvia de la ducha se desliza por mi cuerpo, arrastrándolo todo, quitándolo todo, dejando solo energía y abrigo.

La cocina me recibe con sus magníficos aromas, inconfundibles todos a la vez pero al mismo tiempo, individualmente me van seduciendo, café, bizcochuelo, vainilla, albahaca, limón y muchos más.

El living me invita a descansar en el mullido sillón que ya reposa sin mí, intentando brindarme el apoyo y la comprensión que necesito después de una intensa jornada de trabajo. Lo acepto con la más absoluta entrega.

El jardín, parece dormido, sin embargo está callado para no distraer a las estrellas, concentradas en no dejar de titilar, mientras la luna acaricia las plantas y las flores y piensa en la llegada del sol a quien nunca puede alcanzar.

Todo esto me trae devuelta a la cocina, donde un café recién hecho me echa de menos porque me distraje escribiendo unas líneas dedicadas a mi hogar, el que tanto sabe de mí porque me contempla de día y de noche, sin jamás juzgar mis pasos.


Comentarios