Antes de Ir a Dormir - MICRORRELATO

La casa estaba en silencio. La mujer recorrió el hogar. Acomodó en la cartera lo que necesitaba para el otro día. Las llaves, la tarjeta para el transporte, pañuelos de papel, billetera, recetas para la farmacia, y seguro algo más, siempre falta algo más.

Acomodó las cosas en la mesada. El frasco de las galletas más adentro que se puede caer, preparó jugo, siempre dejaban en la heladera la jarra con solo un poco. Bajó las persianas, acarició a los perros y se fue a duchar.

En bata, pantuflas y con la toalla en la cabeza, acomodó el atuendo para el trabajo del día siguiente. Un libro la esperaba sobre su mesa de luz, mientras su marido, ya en el cuarto, miraba absorto una película.

En el cuarto de al lado, reinaba el silencio. La mujer abrió la puerta entornada y se adentró en el lugar. Un suave perfume flotaba en el aire. Se aseguró que su pequeña estuviera durmiendo tapada. A veces se destapaba entre sueños.

Se acercó sigilosa, conmovida como cada vez, por la imagen de su ángel durmiente. Las cobijas la cubrían hasta el cuello. La respiración acompasada mostraba un sueño tranquilo.

Sin embargo, el silencio se rompió delicadamente cuando la madre se alejaba hacia la puerta. Una vocecita aterciopelada de niña dijo: ‘Mamá, ¿me cuentas otro cuento?’.


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