
'Aquí estamos, tomando el cálido sol de esta tarde de enero. ¡Qué placer! Si piensan que nos han dejado abandonadas están equivocados. Nos hemos ido para conocer otros lugares, para calzar otros pies, y si tenemos suerte, llegar a la playa.
Nuestra dueña anterior sudaba demasiado los pies y andaba todo el día de aquí para allá. Siendo sus favoritas difícilmente usaba otro calzado dejándonos completamente exhaustas.
Ahora podemos descansar, disfrutar del paisaje y esperar que el destino nos lleve a vivir nuevas aventuras. Nuestro rojo vestido llama la atención de los transeúntes. Más de uno nos habrá querido llevar. Quizás los detuvo el apuro o los celos de su calzado actual.
Estamos seguras de que antes que caiga la noche nos llevarán a un hogar distinto, a unos pies frescos y tersos. Soñamos con conocer el mar por eso, mientras estamos aquí, no dejamos de soñar y de pedir'.
Chan y Cleta pasaron la tarde al sol, soñando despiertas, gozando la vida. La caída del atardecer las sorprendió dormidas cuando un par de manos las recogió con alegría. ¡Qué grata sorpresa se llevaron cuando vieron a la hermosa quinceañera que las guardaba en su mochila!.
Lo que no podían haber imaginado era que esa muchachita, al día siguiente, viajaría a Mar del Plata para disfrutar del verano, de las olas y de sus nuevas chancletas rojas.
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