Altamar - RELATO BREVE

 

Se había marchado una vez más. Su ocupación lo mantenía lejos pero ese era su trabajo, lo que sabía hacer. Tenía una familia que mantener y no podía negarse, sin embargo, esta vez tuvo dudas antes de emprender el viaje, eso nunca antes le había sucedido. 

Amaneció y mal augurio del día anterior lo tenía preocupado pero no demostró nada ante su esposa. El barco, un pesquero aguerrido, ya había zarpado. Se había hecho a la mar cuando la última estrella se ocultaba tímidamente tras la llegada del sol.

Su esposa e hijos ya vivían la jornada como siempre lo hacían, ella con los quehaceres domésticos y los pequeños jugando en el suelo con los muñecos de trapo que les había hecho su padre.

Más tarde, las nubes comenzaron a agolparse en el cielo y lo tan temido por todos parecía estar haciéndose realidad. Una tormenta se avecinaba. El pescador, mar adentro, alzó la vista e inmediatamente le cambió el semblante. El temor se reflejó en su ceño fruncido y chasqueó la lengua en señal de resignación.

No se podía parar a la Naturaleza, ella es quien manda y no se deja amedrentar. ¿Cómo habrían de sobrevivir al vendaval que se avecinaba? Manos a la obra, los marinos se aprestaron a enfrentar la furia de las olas y las violentas ráfagas de viento. A medida que el barco se zarandeaba, las posibilidades de regresar junto a su familia se diluían como agua entre los dedos.

Las manos callosas de los hombres pugnaban por asegurar los amarres y sostener las gruesas y ásperas maromas que se deslizaban bruscamente, bravías y descontroladas, queriendo soltarse. En medio de la faena, cada alma en aquella nave, oraba. Horas más tarde, hacia el amanecer, la tormenta comenzó a amainar. 

La embarcación había resistido. Las horas pasaron sin que se dieran cuenta y el alba los encontró exhaustos pero vivos. ‘Aleluya’ brotó de los corazones de aquellos trabajadores que arriesgaban sus vidas en cada travesía. Sus familias pronto estarían agradeciendo que, una vez más, el mar los hubiera devuelto sanos y salvos a sus hogares. 


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