En el Próximo Sueño - MICRORRELATO


Me encontraba caminando por calles que desconocía. Miraba a un lado y a otro y no podía encontrar el nombre de las calles. En muchas esquinas de Buenos Aires faltan los carteles azules con los nombres... ¡Qué bronca me da eso!

Igualmente, ni siquiera sabía si estaba en ese lugar; el desconcierto era total. Seguí caminando como autómata porque no sabía qué otra cosa hacer. Me sentía perdida e indefensa y de pronto, entre mis cavilaciones, llegué a la conclusión de que estaba soñando.

Me pregunté, ‘¿Cuánto faltará para despertarme? Este lugar es desagradable. No sé dónde estoy ni hacia dónde ir’. Entonces, en mi caminata me di cuenta de que cerca mío había un señor de cabellos canos. Detuve mi marcha para verlo mejor.

¡Era el abuelo! ¡Mi abuelo, el papá de mamá! ‘Abuelooooo’, le dije y él me sonrió. ¡Qué caricia al alma! No me dijo nada y no hizo falta, sólo saber que él estaba ahí conmigo me reconfortó porque sabía que su amor me protegería de todo. Mi corazón se entibió y entonces le sonreí yo también.

Quizás este no era mi sueño, tal vez era él quien allá arriba soñaba conmigo. Tal vez despertara yo cuando la abuela lo llamara para darle un sanguchito o para decirle que ya era tarde y era hora de cenar. Nada de eso pasó. Ya no pude acordarme nada más de aquel sueño.

Desperté tranquila sabiendo que el abuelo sigue junto a la abuela. Quizás no era él ni era yo quienes estábamos soñando. Tal vez era el sueño de mamá que dormía afiebrada esa noche por la gripe, y quería vernos a los dos para cuidarla.

El abuelo y yo sonreímos esa noche unidos por aquella magia invisible.
Solo me faltó darle un abrazo.
Quizás… Tal vez en el próximo sueño…

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