Momentos - MICRORRELATO

 

El vestido blanco caía sobre su cuerpo como un baño de luz. La tela suave, fulgente, vaporosa. El tocado la embellecía aun más, resaltaba sus facciones luciendo en alto sus preciosos rizos castaños. 

Él en su frac negro, gallardo, radiante, feliz. Los zapatos lustrados, la tez aterciopelada recién rasurada. Todo era pura emoción. La algarabía reinaba inundándolo todo alrededor de estas dos almas gemelas.

Los invitados situados a ambos lados del pasillo alfombrado en la nave central, giraron sus cabezas al mismo tiempo cuando las puertas de la iglesia se abrieron. La novia entró del brazo del padre, orgulloso, el pecho henchido de alegría. 

La madre y las hermanas con las mejillas rojas, los labios conteniendo los sollozos y las lágrimas amenazantes en el borde de los párpados. Suspiros, damas de honor, testigos, alianzas… Todos componentes especiales de este único momento.

Ambos prometidos escuchaban la palabra del sacerdote. Reinaba el silencio que luego fue quebrado por los votos de la pareja. Llantos de emoción se colaban entre las palabras sagradas. El oficiante estaba por declarar a los novios como ‘marido y mujer’ cuando un hombre se levantó debentre los congregados y dijo, "Un momento, tengo algo que decir".

Una antigua pareja de la novia había salido del coma después de diez años. En aquel momento se erguía en medio de la nave con la mirada fija en el altar. La gente completamente atónita en un silencio circundante que ahogaba.

La cara del novio desencajada y la novia que pálida en su blanco vestido caía al suelo sin más.  Los amores de la vida, las sorpresas de la vida. Emociones, suspiros, promesas, alianzas…  Todos componentes especiales de este único momento.


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