Paisaje de mi Alma - POESÍA


Si mi cuerpo fuera un lienzo en blanco y la tela me pidiera mil colores le daría uno distinto, de la infinita paleta de la vida, para cada uno de mis días.

Verdes de esperanza y de sangrantes selvas húmedas. Ocres de nostalgia en los ocasos callados. Violetas, rosas y lilas del alba recién llegada y negros azabache del carbón y el desespero. Y también rojos de pasión, acalorados.

Entre pincelada y pincelada respiraría el aire puro que surge de polleras que con sus volados danzan y que de las carcajadas de los niños que no se preocupan por nada, se desprenden.

Azules de olas grandes que barren las tristezas, y naranjas de sol playero para hacer juego con las pieles bronceadas. Grises cenicientos para las tardes de corazones rotos y marrones de tierra fértil para los nuevos proyectos.

Y entre respiración y respiración contaría los destellos de las estrellas en el cielo acompañando a la luna blanca.

Turquesa de mar profundo y lecho lleno de algas, un dorado de risas alocadas a la salida de una fiesta y un blanco fulminante para el bautismo de nuevas almas. Celeste de gloria patria para ensalzar los corazones. Plateado para acompañar los besos y las furtivas miradas enamoradas. 

Soltando suspiros, entre trazos de colores, inspirando para seguir el camino. 

Todos los colores vivos, ninguno que esté apagado. Pincelada, respiración, respiración y mirada recorriendo el lienzo de mi vida como si nunca acabara.

Infinitos colores faltan, los iré mezclando al azar para que no quede resquicio, ni espacio ninguno, ni nada… sin pintar.


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